La sombra se alzó ante el patriarca y de una rápido movimiento, quitó la capa que la cubría de oscuridad dejando ver a una mujer de unos diecisiete o dieciocho años, cabello largo y plateado hasta más abajo de su espalda y de pupilas de un tono azulado; vestida con ropajes de la época y armada con un arco y un carcaj con algunas flechas. En su hombro cuelga una apretada bolsa de viaje, con desconocidos objetos en su interior.
La muchacha fija su mirada en el santo, dispuesta a hablarle del por qué de su visita al santuario de la diosa Athena, pese a que no desea ninguno de los mantos...
La joven comienza a hablar sin prisa pero sin pausa.
Tsuki: Comenzaré por el principio Reiko-Sama. Soy de una tierra en la lejanía de los países del norte; me crié con nieve y frío desde que tengo uso de razón, pero sin embargo, por una serie de conflictos y guerras varias entre mi pueblo y el pueblo vecino, finalmente mi aldea partió en busca de un lugar tranquilo en el que residir, sin menores contratiempos ni masacres. - La joven mujer tomó un respiro y, posteriormente siguió con su relato.- Pero sin embargo, pese a que siempre tuve una vida tranquila capacidades extrañas en mi haber... Las gentes que amaba siempre envejecían más rápido al estar a mi lado, cuándo tenía diez años, comencé a notar en mi ser que algo extraño sucedía...
"En ocasiones la gente de mi alrededor envejecía y consecuentemente morían antes...!, La gente, al ver lo que hacía se fueron apartando de mi por miedo a que les ocurriese lo mismo.. Finalmente, al cabo de algunos años mi familia también acabó alejandose de mí. No sabía que hacer y busqué casi consumida por la locura algo o alguien que pudiese parar este poder; con el tiempo aprendía a aceptar mi habilidad, hasta que oí hablar de este lugar. Pensé que la poderosa diosa de la sabiduría podría prestarme su ayuda para tan ardua habilidad..."
Reiko: ¡Pero explícame, quién eres realmente!
Tsuki: Sólo le diré que siento el poder del titán Crono correr por cada nervio, esperando a ser liberado! Por eso te lo ruego Patriarca del Santuario, entréname para que pueda controlar mi poder y poder librarme de este vacio que me acosa, y volver a mi pueblo para ser liberada de mi soledad!
Tsuki espera la respuesta del Santo de Virgo.